Después de mucho tiempo volví a ver Dirty Harry (1971), película dirigida por Donald Siegel, con música de Lalo Schifrin.
El director -Siegel- es un experto en el género de acción, estructura que según Andrecito muestra el momento en que dos intereses opuestos chocan, por lo general violentamente, y como consecuencia de ese choque se origina la progresión de nuevos choques, que será indefinida hasta que uno de los contrarios elimine al otro, o ambos terminen eliminándose entre sí.
El protagonista es Harry Callahan (Clint Eastwood), un policía a quien se le encarga la misión de perseguir a un francotirador que ha matado a dos personas en la ciudad de San Francisco.
El director -Siegel- es un experto en el género de acción, estructura que según Andrecito muestra el momento en que dos intereses opuestos chocan, por lo general violentamente, y como consecuencia de ese choque se origina la progresión de nuevos choques, que será indefinida hasta que uno de los contrarios elimine al otro, o ambos terminen eliminándose entre sí.
El protagonista es Harry Callahan (Clint Eastwood), un policía a quien se le encarga la misión de perseguir a un francotirador que ha matado a dos personas en la ciudad de San Francisco.
La persecución del asesino hace que Harry acabe por abstraerse voluntariamente de casi toda interacción social que no sea encontrarlo: ambos se vuelven cada vez más solitarios, y sin saber hacer casi ninguna otra cosa aparte de matar.
El dominio de la narración, el sentido del ritmo, las actuaciones y los planos de la Ciudad de San Francisco son verdaderamente extraordinarios. No es tan grosa como Comodines, la película de Suar y Carlín, pero estoy en condiciones de afirmar que se trata de un film de la concha madre que lo parió.
PD: Ese mismo año (1971), Clint Eastwood protagonizó The Beguiled, una película buenísima donde hacía el personaje de Corporal John McBurney: un soldado sedutórc que cae malherido y va a dar a una casa llena de minitas que se disputan sus carígno, en lo que vendría a ser el sueño del pibe. Busquelán y mirelán y sean felices.
PD: Ese mismo año (1971), Clint Eastwood protagonizó The Beguiled, una película buenísima donde hacía el personaje de Corporal John McBurney: un soldado sedutórc que cae malherido y va a dar a una casa llena de minitas que se disputan sus carígno, en lo que vendría a ser el sueño del pibe. Busquelán y mirelán y sean felices.