lunes, 29 de agosto de 2011

EL EGOÍSMO Y EL MIEDO

Supongo que la discusión acerca de en qué medida el capitalismo surge de un egoísmo pre-existente y en qué medida lo favorece es, en última instancia, indecidible.

En cierto sentido, el egoísmo es tan viejo como la humanidad. Sin embargo, salvo necedad e ignorancia -o consumo compulsivo de textos de Alejandro Rozitchner- , pocos dudan de que la cultura y la sociedad  inciden sobre la proliferación de actitudes y sentimientos aparentemente "naturales".





Ejemplo: hace no mucho tiempo, Balzac aconsejaba "nunca comience su matrimonio con una violación". ¿Qué sugiere esto? La similitud socialmente "naturalizada" entre "violación de la mujer" y "matrimonio".

Los ejemplos podrían multiplicarse ad infinitum: el "instinto maternal", que Badinter demostró que está culturalmente condicionado, etc.

El especialista en prehistoria Jean Courtin, un francés director de investigación en el CNRS, aporta datos valiosos acerca de la solidaridad humana. En Córcega, hace 8 mil años, se exhumó el esqueleto muy bien conservado de una mujer muerta a los 35 años, enterrada con sus adornos y recubierta de ocre rojo. Se comprobó que en el curso de su vida -tal vez producto de una caída desde altos peñascos- había tenido un accidente que le paralizó el brazo izquierdo, producto de diversas fracturas. Corolario: la mina sólo podía desplazarse con dificultad, y una parte de su mandíbula inferior había sido destruida por una osteítis, lo que limitaba su alimentación a papillas.

En ese entonces se vivía de la caza, la pesca y la recolección de moluscos, por tanto cada miembro de la sociedad era dependiente de los suyos. Sin embargo, la alimentaron, la cuidaron y ayudaron a vivir muchos años.

Según Courtin, esos rasgos de solidaridad se detectan incluso entre los hombres de Néandertal, contemporáneos del Homo Sapiens, cuya especie se extinguió.

Otros casos: en sepulturas neandertalianas de 60 mil u 80 mil años atrás, se descubrieron restos de individuos gravemente impedidos que, sin embargo, habían sobrevivido durante muchos años gracias a la ayuda mutua del grupo: el hombre de Shanidar, por ejemplo, exhumado en una gruta de Kurdistán al norte de Irak, o ese otro individuo que había tenido la pierna quebrada y la mandíbula rota en el curso de su adolescencia.

Vale decir: el egoísmo es tan connatural al ser humano como la solidaridad. Lo que hace el capitalismo y la cultura hiper-consumista es sobredimensionar un aspecto de nuestra identidad por sobre otros.


EL MIEDO

Además del egoísmo, otro de los sentimientos básicos que estructuran nuestras sociedad moderna es el miedo. Podemos ir a los documentales de Michael Moore, entre tantos, para ver cómo el miedo ha tenido un papel decisivo en la conformación de la nación estadounidense.

Jean Delumeau (1978), en su obra La Peur en Occident, demostró que, pese a la omnipresencia del temor al dolor y al sufrimiento, en el pensamiento clásico el miedo fue condenado por aquellas sociedades que valoraban las hazañas militares y lo asociaban a la cobardía en oposición al coraje y la valentía. El miedo "era 'evidencia de un nacimiento bajo', según la fórmula de Virgilio que fue retomada luego por pensadores que atribuían a los pobres una propensión a la cobardía y contribuían de este modo a legitimar su dominación. Fue necesario esperar hasta la Revolución Francesa para que los sectores populares adquirieran el derecho a la valentía, por el cual también se transformaron en un objetivo privilegiado de temor para la burguesía.

Según la hipótesis de Delumeau, a partir de sus estudios sobre la historia de la Iglesia, cuando se sienten amenazados, los poderes son más propensos a escoger enemigos -externos pero sobre todo internos- para que, en consecuencia, resulte imperioso controlarlos, someterlos o, lisa y llanamente, eliminarlos. En contraposición, en períodos de mayor sosiego, se morigera la construcción de un otro peligroso.

No voy a extenderme en la historización del miedo, para no hacer más largo el post. Rescato una cita de Gabriel Kessler:

"Para Hobbes, el miedo a la muerte está en el origen de la política, por cuanto no habría política sin miedo. El temor al otro, a ser violentados por el prójimo, es lo que lleva a firmar el contrato originario de adscripción al Leviatán y es la base de su poder absoluto. Hobbes, según Roberto Espósito, imprime dos puntos de inflexión en la filosofía política: por un lado, logra que el miedo se transforme de sentimiento vergonzoso en primer motor de la actividad política y, por otro, lo ubica en el origen no de las formas más defectuosas del Estado sino de las más legítimas y positivas. Así, dicho miedo no aparece confinado al universo de la iranía y el despotismo, sino al lugar fundacional del derecho y la moral; no sólo engendra fuga y aislamiento, sino también es constructivo y generador de comunidad".

Otra forma del miedo muy común entre nosotros es el "miedo al negro villero", ejemplificado en la publicidad de Puertas Pentágono. Es loco el término "Pentágono". Si nos pusiéramos a analizar los asesinatos perpetrados, justamente, por el Pentágono en los Estados Unidos, podríamos escribir un libro.

Y sí, nadie ignora que el miedo, además de ser un mecanismo de control es, entra otras cosas, un negocio.


PD: Le podría poner más onda al post, pero ando sin ganas... Lean si pueden el libro de Kessler que está güenísimo!!
BIBLIOGRAFÍA

La más bella historia de amor, de Dominique Simonnet, Buenos Aires, FCE, 2004.

El sentimiento de inseguridad, Gabriel Kessler, Buenos Aires, SXXI, 2009.

6 comentarios:

  1. Mmm... Difícil de opinar. Voy a arrojar una suposición. Creo que habría que separar los miedos y el egoísmo producto de algo más subjetivo y de la historia personal de cada uno, de los que están más vinculados a características de nuestra sociedad que inevitablemente cargamos a cuestas y lidiamos cotidianamente.
    Si bien todo lo que somos es un producto de la interacción social (procesos de socialización) desde que nacemos, se da a la par el proceso de individuación.
    No me voy a ir por las ramas con la psicología ni tampoco con el enigma de Kaspar Hauser (hombre no socializado=hombre no humanizado).
    Mi idea es que la empatía tiende a desarrollar nuestras conductas humanas más buenas espontáneamente como el amor, el compañerismo, la solidaridad, la comprensión, la aceptación del otro como legítimo otro, etc.(Siempre dentro de los límites que nuestro carácter nos impone, con esto quiero decir que si mañana la Su se enamora de un Evo Morales le va a traer muchas contradicciones y probablemente sea un amor sin futuro).
    Cuando no sentimos empatía y sentimos rechazo o indeferencia sacamos a relucir nuestras conductas aprendidas socialmente para este tipo de situaciones pero también nuestra miseria particular.

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  2. Agrego video:
    http://www.redesparalaciencia.com/2533/redes/2010/redes-53-nuestro-cerebro-altruista

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  3. Aca dejo otro y paro pero a mí esto me interesa muchísimo.
    http://www.redesparalaciencia.com/2559/redes/2010/redes-54-la-pendiente-resbaladiza-de-la-maldad

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  4. Excelente el post y el aporte de Ana.

    Yo creo que sí, que el capitalismo estimula unos cuantos aspectos de nuestra constitución por sobre otros.

    Quiero aportar, además, algo que escribí hace casi dos años ya al respecto, una aproximación al miedo y a la angustia desde un punto de vista biológico:

    http://loshuevosylasideas.blogspot.com/2009/11/el-miedo-y-la-angustia.html

    Porque el miedo tiene un asiento en nuestro cerebro y ha funcionado como una de las más importantes (si no la más) herramientas de supervivencia. Ojo, la empatía también, aunque son más recientes las investigaciones acerca de las neuronas espejo.

    Salú a la barra.

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  5. Muy bueno el aporte Ana y Richard! Lo de la doctrina del shock está interesante.
    Tengo ganas de leer textos sobre historia del capitalismo.

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  6. Los videos de Ana me parecieron muy interesantes.

    Con el segundo, agarré para otro lado: lo relacioné con un post anterior, (el de Nick), y mi discución con el moscón antes de que comenzara la catarata de puteadas, sobre que constituye "Lo humano".

    Justamente, lo que me pareció perturbador en el video es lo que intenté expresar en mis comentarios anteriores: lo humano puede ser lo peor y lo mejor. La vejación y degradación del otro, el sometimiento, etc. Que eso sea parte de lo "humano", no significa nada, el tema es que hacemos nosotros con nuestras pulsiones, que efectivamente, están ahí.

    Y esa constituyue, en todo caso, la medida de valoración para uno mismo y los demás.

    Un abrazo.
    Pablo

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