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viernes, 29 de marzo de 2013

LA SELECCIÓN DE MESSI ESTÁ CERCA DEL MUNDIAL

Cuando la prensa resultadista y socia del negocio se hace eco del discurso nefasto de un tipo emblemático como Bilardo, quien dice que ganar no es lo importante sino “lo único”, se  fomenta el olvido del “cómo”. ¿Cuáles son los resultados de semejante olvido? Nada más y nada  menos que la “desculturización” del fútbol argentino: la hinchada deja de mirar el campo de juego y se enamora de sí misma, de las banderas, del "condimento", y sobre todo DEL RESULTADO. ¿Fue casualidad el bidón a Branco durante el mundial de Italia 90? 

Parece una locura, pero… ¡hay gente que alienta de espaldas al partido, mirando a la barrabrava mover los brazos y agitar banderas! 



En síntesis, nos perdemos del hecho lúdico, de  disfrutar a jugadores como éste:



Como dijera Borges, no sin cierta razón: “al hincha argentino no le gusta el fútbol, sino que su equipo gane”.


Para el periodista español Santiago Segurola, “nos hemos acostumbrado a mirar los partidos a través del ojo de los entrenadores, una raza cada vez menos sensible al deseo de los espectadores. Bilardo dijo un día que el partido perfecto es uno que acaba empatado a cero, porque de purita perfección no habría oportunidades frente a las porterías. Generalmente los partidos que satisfacen a los entrenadores no gustan a los espectadores”.


A mi juicio, los triunfos del Barcelona y de la selección española en los últimos años, han sido un soplo de aire fresco en medio de tanto tacticismo resultadista. Como bien ha dicho el mismo Segurola, parece mentira que una cultura católica como la italiana tenga tan poco "sentimiento de culpa" para ganar jugando tan pero tan feo. ¿Y somos muy distintos nosotros los argentinos? Imagino que habrá de todo, aunque creo que en algún momento tuvimos más pudor por el maltrato de la pelota.


En 2006, en cambio, el mundial terminó privilegiando, para delicia de un estúpido mercantilista como Fernando Niembro:


“(…) el ‘gattusismo’ como eje del fútbol. No es culpa de este centrocampista laborioso, inteligente fuera del campo, abnegado y solidario dentro. Gattuso es esencial porque los entrenadores no pueden vivir sin jugadores como él. Mueren por los gattusos. Lo excepcional es el Barsa y su escuela. Lo normal es Italia. Lo normal es la Francia del primer tiempo. Lejos de proponer una vía que coloque a Henry o Zidane en las condiciones favorables para aprovechar sus grandes condiciones, se les obliga a la pobreza”. (Santiago Segura, El triunfo de la nada, El País, 10 de julio de 2006).


Más allá de todas estas disquisiciones preliminares, tengo que decir que después del empate contra Bolivia en La Paz, y del triunfo por tres goles ante Venezuela, la selección de Sabella va tomando forma. Es verdad que Sabella contiene dentro de sí un germen “bilardista” y miedoso, pero sin embargo me cae bien, entre otras cosas porque es alguien lo suficientemente humilde como para modificar sus preconceptos. Hay que reconocer que, en contra de su gusto por los equipos "equilibrados", se animó a poner juntos en más de un partido a Agüero, Messi, Di María, Gago e Higuaín.


Hasta donde recuerdo, la selección mayor jamás perdió un partido formando del medio hacia adelante con el equipo “titular”: Gago, Mascherano, Di María; Messi, Higuaín y Agüero. ¿La defensa? La defensa hace rato que deja dudas, pero con tiempo, confianza y funcionamiento, se va a ir consolidando, aunque probablemente jamás consiga alejar los fantasmas del 0 a 4 contra Alemania de modo definitivo. Y es que el sistema defensivo no se reduce a tener buenos defensores, sino al funcionamiento colectivo. Tengo confianza en que de tantos partidos juntos, y juntándose un buen tiempo antes del mundial, podamos aumentar la cantidad y la calidad de la posesión de pelota, así como también el equilibrio defensivo, más que nada por las bandas.

Suena a frase hecha, pero no puedo menos que acordar con Sabella cuando sugiere que “el primer defensor es el delantero, y el primer atacante es el defensor”.

La única “derrota” con “los cuatro fantásticos” jugando desde el principio fue por penales contra Uruguay, aunque es cierto que éramos locales y a ellos le expulsaron un jugador.


Dos extravagancias: no sirve que el sistema recorte el talento individual, pero tampoco sirve el método de dejar al talento individual libre para que disimule la falta de preparación táctica. Me parece que con Sabella tenemos un técnico, y con Maradona y/o Batista nunca o casi nunca lo tuvimos. El talento individual y contagiar el “amor por la camiseta” no son suficientes para ganarle a los mejores: Alemania, España, Brasil, Italia…

Ojo, no defiendo la ingenuidad: sé que defender bien es indispensable, que en el fútbol actual es preciso correr, y todos los etcéteras que quieran, pero jamás hay olvidar el hecho lúdico ni el componente estético.

LAS DUDAS QUE GENERAN INCERTIDUMBRE

Las que todos sabemos: la formación “en rombo” –con Mascherano, Gago, Messi y Di María-, al perder la pelota, tiende a dejar mano a mano a nuestros laterales, que no son precisamente infalibles. Algo de eso se vio contra Chile de visitante, y contra Perú. Sin embargo, el tiempo de laburo y el conocimiento entre los jugadores, puede hacer que los defectos se disimulen y las virtudes se potencien.

martes, 11 de septiembre de 2012

¡QUÉ MAL ESTÁ JUGANDO LA SELECCIÓN ARGENTINA CONTRA PERÚ!

Es tan pero tan feo el espectáculo que está dando la selección argentina que no me dan ganas ni de redactar bien el post. Voy a hacer catarsis diciendo cosas más que evidentes para cualquiera que haya soportado semejante bodrio:

En principio debo reconocer que España le ganó con lo justo a Georgia, Uruguay mereció perder de local contra Ecuador, etc. ¿Qué quiero decir? Simplemente que un partido no te hace ni el mejor del mundo ni la peor bazofia del universo.

El tema es que se reiteraron varios desajustes que vienen de lejos. Actualmente van poco más poco más de diez minutos del segundo tiempo y la selección empata 1 a 1 contra Perú. Otra vez Messi jugando de número cinco, a mil metros del arco. Poco volumen de juego, casi ningún enlace entre el medio y los de arriba porque no hay un Pastore, un Lamela, un D'Alessandro... La única opción en el banco es "Sosita".

Por si fuera poco Gago, uno de los pocos que te la da redonda, se lesiona y en su reemplazo ingresa ¡¡GUIÑAZÚ!!!! Evidentemente Sabella vio que a Rojo lo están bailando y pone a alguien por la izquierda para que le de una mano. Si consideramos eso, tal vez el cambio de Sabella está bien.

En síntesis: no se entendió muy bien qué carajo queríamos hacer. Me da la impresión de que Sabella apostó a salir rápido de contra con los de arriba.

Jugar con dos centrales convertidos en laterales, uno de  los cuales pierde reiteradas veces en la marca -Rojo- te complica bastante: no hay buena salida desde el fondo, los volantes no tienen descarga por los costados, con lo cual se ven obligados a tocarla para atrás, el rival presiona y la cosa se te complica.

En Portugal, Rojo juega de central; lo curioso es que el titular también es argentino, pero no fue convocado nunca o casi nunca: Insúa. De todas formas no me gusta hablar de nombres sin tener en cuenta el funcionamiento colectivo y A QUÉ QUERÉS JUGAR.

No hay ningún jugador que se asocie con Messi y haga de conductor, y por eso lo vemos demasiado lejos del arco. El mediocampo tiene que tener un poco de todo: pausa, despliegue, ida y vuelta, buen pie, quite. Si ponés a dos tipos de características tan parecidas como Lavezzi y Di María y centrales que no son laterales en sus respectivos equipos, se te descajeta todo porque con laterales que no cruzan la mitad y dos volantes que tienden a picar para arriba, a ayudar poco en la marca y a no asociarse, en la mitad de la cancha te queda un agujero y el rival te presiona y se te viene.

Síntesis: problemas DEMASIADO SIMILARES a los del equipo argentino que jugó contra México y Alemania en Sudáfrica, donde Otamendi era el cuatro (hoy Campagnaro) y Heinze era el tres (hoy Rojo), y no había ningún volante que haga de enlace entre el medio y los de arriba.
El pesto que Farfán le está pegando a Rojo es tremendo. El pesto que en 2010 Podolski le pegó a Otamendi también fue tremendo.

Lo que se está notando es que el funcionamiento está muy lejos de potenciar las virtudes y disimular los defectos. El partido es realmente MUY FEO de ver, por eso es que yo escribo estas pelotudeces en lugar de darle pelota a lo que pasa en el televisor. Espero que podamos mejorar, porque de lo contrario habrá que seguir penando y rogarle a Zeus para que los delanteros se iluminen y nos salven las papas.

Creí que íbamos a ir mejorando con el correr del tiempo y los resultados positivos, pero veo demasiados problemas que vienen de arrastre. Nos falta MUCHO.

Si comparamos nuestro planteo con el del Real Madrid, digamos que nos faltó aunque sea un lateral y un enlace: un Marcelo y un Ozil, por así decirlo. Personalmente no me disgusta Campagnaro, entre otras cosas porque no hay mejores jugadores. Ahora bien, si ponés a Campagnaro tenés que poner un lateral natural y un enlace para que se asocie con Messi, porque de lo contrario estás casi condenado a refugiarte atrás y salir de contra.

miércoles, 15 de agosto de 2012

ALEMANIA 1 - ARGENTINA 3: LA SELECCIÓN ARGENTINA ESTÁ ENCONTRANDO EL FUNCIONAMIENTO


Escribo rápido porque tengo los ojos irritados y mirar la pantalla me hace mal a la vista:

Es cierto que no se trató de un partido brillante ni mucho menos, y entiendo que nos falta bastante para alcanzar un funcionamiento colectivo y un equilibrio semejante al de selecciones como la española o la misma alemana. Sin embargo, con el correr de los partidos, de a poco vamos encontrando algunas señales positivas.

Muchos dirán que falta tal o cual, que se trató sólo de un partido amistoso, que los alemanes se quedaron con uno menos, que no convocó a Pastore, que prefiero a Peruzzi, que debería probar a Insúa de lateral izquierdo o lo que fuere. Imagino que cada futbolero debe tener un equipo distinto en la cabeza. Más allá de eso, coincidirán conmigo en que si sale Zabaleta no entra Dani Alvez, ni Rojo ocupa el lugar de un lateral criollo superior a Philipp Lahm. En síntesis: en algunos puestos, no hay mucho más que lo que Sabella puso en cancha hoy.

Además no es una mera cuestión de nombres sino más bien de funcionamiento, de “horas de vuelo”, de conocerte con el otro, de saber qué esperar y qué no, de entender a qué se quiere jugar. Los intérpretes no son ni deben ser ajenos a la idea de juego que pueda tener el técnico. Como diría el Ruso Verea: "quiénes y para qué".

Me parece que Sabella está buscando un equipo versátil, solidario, que se adapte al rival, que pueda defenderse con la pelota...

Por fortuna, los cuatro de arriba son argentinos y tienen un potencial enorme: Di María, Higuaín, Agüero y Messi  se están asociando cada vez mejor. Los tipos se buscan, se necesitan, y si les das un poco de espacio te liquidan. Además, todos tienen la capacidad de pasar la línea de la pelota para asociarse con los del medio, colaborar en funciones defensivas y combinar llegando desde atrás.

Me parece que Sabella hace bien en no variar demasiado el equipo titular. El tiempo de trabajo no sobra como para ir cambiando muchos nombres de un partido a otro. No contamos con la ventaja que tienen selecciones como la alemana o la española, cuyos jugadores militan casi todos en sus respectivas ligas locales, y además están repartidos en dos o tres equipos: Barcelona, Real Madrid, Borussia Dortmund y Bayer Munich.

A mí me gusta el fútbol lírico, tampoco me convence mucho Sosa, preferiría que lo convoque a Pastore... todo lo que ustedes quieran. Pero si tengo que comparar el equipo que dio lástima contra Bolivia en la Copa América con las últimas actuaciones, debo decir que si bien hay aspectos defensivos que preocupan, de a poco empiezan a surgir señales que le dan espacio a la ilusión.

Hoy pude ver dieciocho o diecinueve toques seguidos, algunas sociedades, cierta capacidad de ganar en el juego aéreo... Y lo más importante: la Argentina no necesita dominar demasiado al rival para hacerle daño.

Por último: resulta utópico pretender que selecciones de gran nivel no te creen ningún peligro. Ok, la defensa debe mejorar, pero para eso no queda otra que repetir algunos nombres para ensamblar las piezas. A partir de ahí recién se puede ir viendo qué jugadores faltan y cuáles "sobran".

¡Abrazo de gol!

sábado, 9 de junio de 2012

¡¡AYUDEN A MESSI, SE LOS PIDO POR DIOS Y LA VIRGEN DE YPACARAÍ!!


Le ganamos 4 a 3 a Brasil -tres goles de uno de los mejores jugadores de la historia del fútbol-, con la diferencia abismal de siempre entre funcionamiento ofensivo y defensivo. Messi no nos puede salvar las papas siempre. Falta mucho, ojalá podamos mejorar, porque con esa defensa no creo que alcance para aspirar a cosas serias en 2014.

martes, 20 de marzo de 2012

MESSI NO NECESITA GANAR UN MUNDIAL PARA ESTAR ENTRE LOS MEJORES DE TODOS LOS TIEMPOS


Antes que nada: Maradona en la selección y Riquelme en Boca, han sido los dos futbolistas que más emociones me han dado. Dicho esto, empiezo con mi posteo/catarsis:

No quiero ni pensar en las toneladas de insultos que serán dirigidos a Messi si la Argentina –en caso de clasificar- no llega a hacer un buen papel en el mundial de Brasil 2014. Las burlas, la envidia y el resentimiento de madridistas, mexicanos, brasileños y partidarios de la iglesia maradoniana, seguramente se harán sentir. De más está decir que si llegamos a salir campeones en tierras cariocas, la idolatría de los argentinos por “La Pulga” será infinita.

Hoy por hoy, nuestra selección no es la principal candidata, dado que España y Alemania están jugando mucho mejor fútbol que nosotros, y Brasil es Brasil y encima será local. Creo que Sabella apunta a armar una estructura similar a la de Carlos Bilardo en 1986: una defensa sólida, varios picapiedras y Messi para resolver casi todos los problemas arriba.

Deberíamos tener en cuenta que la historia no se repite, ni como tragedia ni como farsa ni como nada: un presente constantemente renovado rescribe una y otra vez el pasado. ¿Dónde quedó el respeto de España por su "tradición futbolística"? Gracias a la escuela del Barcelona, los españoles se decidieron a abandonar “la furia” para ganar un mundial y una Copa de Europa.

Acerca de la estupidez de la frase “para ser el mejor, hay que ganar un mundial”:

En mi opinión, el valor de un mundial es más simbólico que futbolístico. ¿O alguien cree que Salvatore “Toto” Schilaci está entre los mejores delanteros de la historia? Sin embargo, el siciliano ganó la bota de oro en Italia 90’. ¿Quién recuerda a Oleg Salenko, máximo goleador de Estados Unidos 1994 junto a Hristo Stoichkov?

¿Qué tanto más competitivo puede ser un mundial, lleno de selecciones mediocres que ocupan lugar en nombre del negocio globalizado, que la Champions League? Dentro de poco se ampliará el cupo a 100 selecciones, para que participe Islas Feroe, a ver si logra aumentar la venta de productos Nike y Adidas en ese país.

Alfredo Di Stéfano, Teófilo Cubilla, Marco Van Basten, Gullit, Johan Cruyff, Toninho Cerezo, Zico, Sócrates, Bergkamp, Eusebio, Ryan Giggs, Sívori, Moreno, Muñoz, Pedernera, Labruna, Lousteau y tantos y tantos otros futbolistas destacados, por diversas razones, jamás han ganado un mundial.

Santiago Solari, un ex futbolista que analiza muy bien al deporte más hermoso del mundo, dijo que "las comparaciones, las clasificaciones, las generalizaciones, son siempre inexactas y tienden a evitar todos los matices. No me gustan. Yo diría que Messi, con lo joven que es, es ya tan grande como Maradona a nivel futbolístico. Luego viene la mística, el tema de cómo se contempla la historia, etc. Para comparar todo eso tendremos que esperar muchos años".

Este chico Lionel es tan extraordinario que, cuando no hace tres goles y/o entrega dos asistencias, creemos que jugó mal; nos malacostumbró, hizo que confundiésemos lo casi-imposible con lo normal o lo cotidiano.

Hoy Messi le hizo tres goles al Granada, y a sus 24 años se transformó en el máximo goleador histórico del Barcelona, con 234 goles. El típico argentino-maradoniano, sin haber visto un solo partido del equipo rival, seguramente dirá: “al Granada le hace goles, pero a Bolivia no le hizo ninguno”, y así. No se puede conformar al talibán maradoniano/anti-Messi: si le hace tres goles a Suiza le pide goles a Brasil, si le hace goles a Brasil pide que los haga en un mundial, si se lo hace en un mundial pide que los haga en semifinales, y así.

Finalizo el post citando un artículo de Santiago Solari, que resume bastante bien lo que pienso:

Encerradas en sus prejuicios, en todas las épocas han existido personas que se resisten a aceptar lo evidente. Debieron pasar muchos años, incluso siglos, desde que Copérnico diera a conocer su teoría heliocéntrica en 1543 hasta que todos se convencieron de que la Tierra no era el centro del universo. Hasta hace poco tiempo, algunos todavía pensaban que afirmar que el hombre comparte antepasados con el chimpancé no era más que una herejía darwinista. Vista esta tendencia humana a recelar de lo que tiene delante de sus propios ojos, quizá debamos absolver a esos argentinos que el miércoles pasado descubrieron a Messi.

Se requirió que le hiciera tres goles a Suiza para que no pocos expresaran esta afirmación: “Ahora sí vimos al Messi del Barca”. Hay un sector del público y la prensa argentina que no aspira a ver a Messi, sino al Barcelona con la camiseta argentina: juzga y razona los partidos de Messi no por lo que realmente son, en su contexto, sino a través de una comparación improbable.

Es, de por sí, extraordinario sostener la regularidad de genio que se le exige para estar a la altura de lo que se espera de él en cada partido con el Barcelona. Sacarlo de su hábitat natural, rodearlo de otros futbolistas y otro entrenador y esperar la misma regularidad en su desempeño, como si se tratara de un jugador de ping-pong o de un ajedrecista, es solo un ejercicio optimista de la imaginación. Cargarlo luego con las expectativas de un país y señalarlo si el equipo no gana o tildarlo de desapasionado si desentona cuando canta el himno es fruto de la inmadurez de quienes viven esperando la llegada de un líder salvador que ponga nuestra desmesurada ilusión en sus espaldas y nos eleve, como por arte de magia, él solo, hasta la Copa del Mundo.

No ayuda a madurar nuestra mirada la repetición de un mito popular muy argentino: “Maradona ganó solo el Mundial de 1986”. Sobra decir que Diego fue el elemento mágico de desequilibrio de aquel equipo de Bilardo, pero Ruggeri, Giusti, Batista, Valdano, Burruchaga y Brown, todos con pasta de líderes, formaban la base de un grupo de muy buenos futbolistas con un enorme carácter competitivo. El deseo argentino, entonces, no sería solamente que Messi sea en el próximo Mundial el Maradona del 86, sino que esté a la altura de nuestra fábula idealizada sobre el Maradona del 86.

En los juicios sobre Messi pesan también los éxitos del Barcelona. Como si su presencia en la selección debiera contagiar a todos el fútbol que juega su club, se siguen sus movimientos como si le rodearan Xavi, Iniesta y Alves. Esto sucede incluso siendo Messi un talento integral. Podemos pensar en otros grandes futbolistas que, según el estilo de juego de un equipo, podrían no resultar tan útiles. ¿Para qué sería necesario Xavi en un equipo muy defensivo, contragolpeador y desinteresado en la posesión? o, por poner un ejemplo más a mano, ¿cómo encajó Ibrahimovic en un esquema coral, asociativo, de posesión y presión coordinadas donde muchos movimientos estaban supeditados a los de otra figura? Sin embargo, Messi, dominador de todas las facetas del juego, incluso en las antípodas de su contexto ideal seguiría siendo un futbolista indispensable en cualquier estilo y con cualquier esquema.

Si no podemos pretender verle con Argentina el altísimo nivel de regularidad que le vemos en el Barcelona es porque Messi es extremadamente preciso, veloz y profundo. El Barcelona actual interpreta y apoya eficazmente esa velocidad con precisión. Tiene el diseño del juego y los jugadores ideales para exprimir su talento. Le crea las mejores condiciones para entrar en juego con el menor gasto de energía, sin tener que hacer grandes e innecesarios desplazamientos en el desmarque, y luego aprovecha al máximo su capacidad de desequilibrio y de gol.

No se trata solo de que Messi creció jugando así y encaja a la perfección en el aceitado sistema del Barcelona. En estos años, Guardiola también ha ido amoldando el sistema a Messi. Argentina intentará rodearlo con inteligencia. Deberá arriesgarse en la velocidad de ejecución y acelerar la circulación para lograr liberarlo y ganar profundidad para tenerlo cerca del arco y aprovechar su contundencia. Lo que no debe hacer es pretender que lo haga solo.

jueves, 10 de noviembre de 2011

ARGENTINA JUEGA CONTRA BOLIVIA

Parece que, aunque sea por razones de "fuerza mayor", por fin Sabella lo pone al "Flaco" Pastore. Contra Bolivia, la selección formaría así: Romero; Zabaleta, Burdisso, Demichelis, Clemente Rodríguez; Gago, Mascherano, Ricky Alvarez; Pastore; Messi e Higuaín.

Este equipo tiene sentido, porque hay laterales que más o menos se proyectan, hay algo de altura para ganar de cabeza, un tipo como Ricky Alvarez que tiene recorrido por izquierda con algo de gol y habilidad para trasladar, Gago que tiene buena entrega de pelota, Pastore que puede acercarle la balón a Messi y liberarlo para que juegue más adelante con Higuaín... En fin, lo que quiero decir es que -más allá de que JAMÁS nos pondremos de acuerdo con los nombres- , si uno mira la formación cree que el equipo VA A JUGAR A ALGO.

Lamentablemente, estimo que contra Colombia se va a implementar un esquema más conservador que probablemente nos acercará a la derrota. Eso sería de lamentar, porque tipos como Pastore necesitan minutos en cancha para conocer a sus compañeros. Y si no lo quiere a Pastore, cuantimenos que convoque a un D'Alessandro o alguien que le haga llegar la balón redonda a Messi.

A mí me gustaría darle lugar a los Bolatti, Fede Fernández, Pareja, Garay, etc. Más allá de eso, creo que si hoy los mejores jugadores se iluminan, puede haber destellos de buen fútbol.

lunes, 12 de septiembre de 2011

EL GORDISMO Y "MARADONA COMO METÁFORA DE LA ARGENTINA"

"Lo que no está en nosotros mismos no nos inquieta" (Hermann Hesse)


En las producciones de Polka, casi siempre hay: a) algún personaje medio nabo que se come las eses al hablar para connotar "pueblo"; b) uno o más perejiles en primer plano tomándose unos matienzos, para connotar "argentinidad". En  “El escritor argentino y la tradición”, Borges –en su lucha contra la profusión de literatura plagada de “color local”- recordaba una observación de la Historia de la declinación y caída del Imperio Romano de Edward Gibbon:

“(…) en el libro árabe por excelencia, en el Alcorán, no hay camellos; yo creo que si hubiera alguna duda sobre la autenticidad del Alcorán, bastaría esta ausencia de camellos para probar que es árabe. Fue escrito por Mahoma, y Mahoma, como árabe, no tenía por qué saber que los camellos eran especialmente árabes; eran para él parte de la realidad, no tenía por qué distinguirlos”.

Hay una respuesta de Roberto Arlt que rescata Borges, cuando al autor de El juguete rabioso le echaron en cara su desconocimiento del lunfardo:

"Me he criado en Villa Luro, entre gente pobre y malevos, y realmente no he tenido tiempo de estudiar esas cosas".

El lunfardo, nos dice Borges, “es una broma literaria inventada por saineteros y por compositores de tangos y los orilleros lo ignoran, salvo cuando los discos del fonógrafo los han adoctrinado”.

En lo personal tiendo a rechazar tanto el nacionalismo fanático como el antinacionalismo. Me molesta esa tilinguería de creer que es muy importante lo que “opinan de los argentinos en el exterior” (siendo sinónimo de “exterior” principalmente “Europa y los Estados Unidos”). Si Arnold Sabatini se nos ríe, entrevistado por Mongay, aludiendo a los males del país, nos da vergüenza. Ahora bien, ¿qué carajo sabe Schwarzenegger de nuestro país? ¿Deberíamos sentir vergüenza por lo que opina un tipo que ni siquiera debe saber ubicarnos en el mapa?


Perón decía que "para un argentino no hay nada mejor que otro argentino". A mí me parece que la frase debería invertirse, como muestra de la erosión del lazo social, se diría que "para un argentino no hay nada peor que otro argentino".

Pongo un ejemplo paradigmático de lo que llamo "tilinguería": el elogio desmedido por parte de tipos como Jorge Sanata hacia un artículo bastante comentado aparecido en el diario español El País: "Maradona como metáfora de la argentina". Recuerdo a Sanata mirando a cámara, con tono escandalizado de gorda que hace la cola en un banco bajo un sol abrazador: "en el exterior se nos cagan de la risa".

Debería ser una obviedad la falacia de utilizar la metáfora no como elemento didáctico o "de relleno" sino como supuesto elemento de demostración científica. La caricatura del pensamiento -silogismo de nene de cuatro años- que subyace en este tipo de artículos sería algo así: "Maradona es argentino, dice malas palabras y es soberbio; ergo, los argentinos son soberbios y dicen malas palabras". O, a partir de las extraordinarias cualidades técnicas de Maradona, se puede concluir con alguna boludez del tipo: “los argentinos, al igual que Maradona, son talentosos pero soberbios y prepotentes". Lo cual en muchos casos es cierto, justo es decirlo.

Ahora bien, ¿es "más argentino" Maradona que Ginóbili, Messi u Oggi Junco?

Anyway, hoy quiero traer a colación dos cuestiones que históricamente nos afectan, aunque no creo que sean monopolio nuestro: el “triunfalismo” y la creencia en la “excepcionalidad argentina”.

Hay una definición de Fabián Casas que es polémica, aunque interesante, acerca de lo que él llama "Gordismo". Cito la nota completa:

El Gordismo es una forma de vida. Surge del fanatismo por Diego Maradona y se afianza y crece a medida que el protagonista central tiene vicisitudes que lo mantienen entre la vida y la muerte. El Gordismo no es una religión, pero es un fanatismo. Aunque anida en su centro un descreimiento cabal: el protagonista es un sujeto maravilloso pero no trascendental. Cualquier gordista lo sabe: Maradona no hace milagros y aunque se lo apoda “Dios” se sospecha que es un simple mortal con una calidad extraordinaria para jugar al fóbal y una mente endiablada, casi de un publicista, para largar frases y slóganes: “Más falso que un dólar celeste”, “Se le escapó la tortuga”, “Billetera mata galán”, “La pelota no se mancha”, “Mascherano y diez más”, “Mascherano, Jonás Gutiérrez y nueve más”, etc.


El Gordismo practica un sincretismo desaforado: es peronista, guevarista, menemista, capitalista, anticlerical, religioso, medium, esotérico, cavalista y todo lo que se ponga por delante. Los pobres practican el Gordismo cuando la única utopía que les queda es poder dar una vuelta olímpica. Y las clases medias practican el Gordismo cuando lo único que les importa —caiga quién caiga— es que no les toquen el culo, el cable y sus ahorros. El Gordismo, de esta manera, es conservador. También es nacionalista, ya que postula una superación del ser nacional. Los gordistas son de derecha y humanos.




El Gordismo improvisa, nunca planifica, busca más el efecto que el corazón de las cosas. Kirchner es gordista cuando prefiere fútbol free que hambre cero. El Gordismo tiene vocación de poder, nunca vocación de servicio. En esto, es igual a casi toda la camada política que viene repartiéndose el poder en nuestro país. El Gordismo es adicto a las cámaras, a los micrófonos. Lo que no sucede en la realidad virtual, no tiene peso ni merece ser vivido. El Gordismo es esclavo de la representación. Nunca le habla a uno solo y en privado. Siempre que habla, aunque se dirija a una persona en cuestión, necesita que lo escuche el coro griego de fondo. El Gordismo viene reinando en el país desde hace más de 30 años y recién la aparición de Lionel Messi le hizo imaginar un futuro sin gordismo o negociado con el Messismo. Pero Messi a diferencia de Maradona, tiene un problema clave dificil de digerir para los miles de carapintadas con Legacy. No es argentino. De hecho, es gracias a la Madre Patria y los Euros del Barcelona que el joven nacido en Rosario puede jugar en las grandes ligas. Es gracias al Barsa que Messi y su familia tiene un futuro por delante. Fue en los laboratorios del Barsa donde lo alargaron, lo cuidaron con algodones y le dieron una identidad. Fue en el césped ultracheto y sofisticado del Barcelona donde se lo rodeó de un equipo de jugadores notables que juegan para Messi pero que, también, saben que Messi juega para ellos. Nunca, nunca, hemos visto a un niño tan bajo saltar tan alto y poder meter ese cabezazo mortal y esquinado que enloqueció al arquero del Manchester United. ¿Qué es lo que hizo levitar a Messi de esa manera sobrenatural?, se pregunta el Gordismo. Respuesta: el amor, la gratitud. Porque Messi, acá, en este bendito país de ganadores, hubiera terminado jugando en el fútbol cinco con suerte o como uno de los Grosos de Tinelli. Porque siempre, si a uno le va mal, está la carcajada de Tinelli para atemperar las penas. No hay rescoldo de la noche del país donde junto al brillo de los televisores y el calor de las estufas no se filtre también la carcajada de Tinelli. El Tinelismo y el Gordismo pueden ser amigos o enemigos, pero están construídos con el mismo barro. Los que entren ahí, que abandonen toda esperanza.

A mí me gusta mucho como escribe Casas, aunque este artículo me recuerda un poco al que salió en El País. Está claro que Casas escribe mejor, y no pretende estar haciendo psico-sociología para consumo de las masas ignorantes sino dar su opinión.

Sin embargo, lo que dice Casas -pese a dicotomías falsas "fútbol o hambre cero"- me hace ruido, y tengo que reconocer que lleva bastante razón. Con Oscar Terán, creo que el espíritu triunfalista es bastante definitorio de cierta "ideología argentina". En las últimas décadas del siglo XIX, nuestro país ocupaba los primeros lugares en el valor por habitante de su comercio internacional, cuando su producción per cápita superaba la de países como Italia y Japón, y en que los salarios de sus trabajadores se equiparaban con  los de los obreros franceses. ¿Habrá que buscar entonces en esa 'Argentina granero del mundo' los momentos fundacionales de la creencia vana en 'la grande Argentina'? 

Sin embargo, ya en 1845 Sarmiento confesaba, en su Facundo, que sus compatriotas provocaban fricciones en el extranjero por su ya desmesurado orgullo nacional, en momentos en que no existían argumentos para abonar la idea de "Argentina potencia" sino que éramos un conglomerado de provincias desunidas y escasamente pobladas.

Otra ejemplo que rescata Terán: en 1829, en tiempos en que nuestro país era poco más que un arrabal miserable del viejo virreinato altoperuano y con la edad histórica de un adolescente, Bolívar les enrostraba a los argentinos creerse que habían sido los únicos en realizar una revolución en serio.

En síntesis: el mito de la "excepcionalidad argentina" es fundacional: no es casualidad que en nuestra tradición futbolera se repitan conceptos maradonianos como el de la "la mano de Dios" o el "Dios en argentino". El triunfalismo futbolero del hincha que se indigna, maldice y descalifica al adversario al grito de "no podemos perder con estos muertos", atraviesa gran parte de nuestra tradición histórica.

También se advierte esa creencia inmadura que constantemente reclama la emergencia de un "salvador" que nos saque las papas del fuego. ¡Pobre de Messi si se le ocurre no salir campeón del mundo con la Argentina!

En 1989, Jorge Halperín entrevistó a Oscar Terán. Rescato sus respuestas respecto del "mito de la grandeza argentina":


¿No le parece que todos los países se consideran excepcionales?


De ningún modo. Yo viví exiliado en México en los últimos años y no tienen un  mito así. Cuando uno rastrea en los orígenes de la Argentina se da cuenta de que esa idea de la grandeza es un mito fundacional.


¿Y de qué manera nos paraliza frente a las crisis?


En primer lugar, porque los mitos tienen poco que ver con la realidad. Todos los días tenemos evidencias dramáticas de que no hay tal grandeza argentina y nos resistimos a romper con el mito. Entonces, si la Argentina va mal no es porque, en realidad, sea un país distinto del que nos gustaba imaginar. Preferimos pensar en una explicación conspirativa, en fuerzas malignas empecinadas en que los argentinos no tengamos el país que nos merecemos. (...)


¿Por qué dice que la grandeza es un mito de origen?


Porque es una nación que se constituyó con el mito de la excepcionalidad: se siente excepcional por la resistencia de las Invasiones Inglesas, por sus intelectuales muy conectados desde el principio con Europa, porque formaba parte de un mundo blanco y cristiano que no existiría en otros espacios de América latina, o por el orgullo de pertenecer a una ciudad igualitaria (...)


Las ideas de la generación de 1837, la idea de que somos los "yanquis" de América del Sur, como dijo Sarmiento, o europeos trasplantados, como dijo Alberdi. La idea de que este país tiene un destino manifiesto.


Pero la Argentina alcanzó en cierto momento un lugar excepcional.


Por eso precisamente ahora digo que es un mito. Porque durante algún tiempo supuse que la idea de grandeza había surgido en la generación del 80, en cuyo caso uno podría pensar que no era tan mítico, que guardaba relación con la realidad. Una especie de milagro que llega hasta la crisis del 30. Pero cuando empecé a rastrear hacia atrás advertí que era un mito de los orígenes. A tal punto que en 1829, cuando éste era un lugar absolutamente ingobernable, penetrado por la guerra civil y la ruptura de un viejo orden sin tener otro de recambio, en ese momento  Simón Bolívar dice que los argentinos creen que son los únicos que en Hispanoamérica han hecho una revolución en serio.

miércoles, 20 de julio de 2011

MESSI SIN XAVI E INIESTA SIGUE SIENDO EL MEJOR

Me molestan los artículos oportunistas de tinte chauvinista que sugieren que Messi no es un gran jugador sin Xavi e Iniesta. Aquí un ejemplo de un comentario publicado en el diario As de España. Para mí, una cosa es decir que Xavi e Iniesta favorecen a Messi -como a cualquier compañero, dado que son excelentes conductores- y otra sugerir livianamente que los argentinos deberíamos nacionalizar a ambos si queremos que Messi rinda.

Por caso, pueden ver el partido entre Barcelona y Zaragoza, donde Xavi no jugó e Iniesta tuvo una mala tarde. ¿Resultado? Ganó Barcelona 4 a 2, Messi hizo tres goles y una jugada fenomenal que derivó en un penal que luego convirtió Ibrahimovic.

El pibe fue campeón y figura en el mundial sub 20 de 2005 -dando dos años de ventaja- y en los JJ.OO. de 2008; incluso les hizo un golazo a los españoles en los juveniles con 18 años: ver aquí Pudo haber sido campeón mundial juvenil en 2007 con Agüero y compañía, pero no lo convocaron (lo cual estuvo bien, dado que estaba para desafíos más importantes en ese año).

En 2006 y a la edad de 18-19 años hizo un gol y una asistencia en su primer mundial, y jugó de modo brillante en la Copa América de 2007, llegando a la final, en tiempos en que era menos jugador que ahora. ¿Por qué rindió mejor en ese año? Porque Basile hacía jugar a Verón y a Riquelme, lo cual liberaba a Messi de tener que retrasarse hasta mitad de campo para tirar un corner y cabecear, dar una asistencia y hacer el gol al mismo tiempo.

Si bien es cierto que hace mucho no convierte un gol, y que su ansiedad por triunfar con su selección le juegan en contra, me parece una estupidez afirmar que fuera del Barcelona no siga siendo el mejor. A los desinformados les recuerdo que Maradona se fue expulsado por un planchazo a Brasil en 1982, aunque lo rodeaban jugadores como Kempes, Ramón Díaz, Fillol, Tarantini, Gallego y Ardiles. También les recuerdo que la selección argentina de basquetbol le ganó al Dream Team yanqui: un equipo más atlético, con mayor altura e individualmente muy superior, pero que era un mero rejunte de estrellas. Jugadores como Van Basten, Distefano, Gullit, Sívori y tantos otros no han salido campeones con su país y no por eso dejan de ser cracks.

Todo ha sido dicho ya, pero como nadie escucha parece que una vez más hay que resaltar la perogrullada de que al fútbol se juega en equipo. Fabio Canavaro, figura de Italia y declarado mejor jugador del mundial 2006, "fracasó" en el Real Madrid. ¿Por qué? Muy sencillo: no era alguien habituado a quedar solo con todo un campo por recorrer mientras sus compañeros se iban al ataque. Si por ejemplo paro un equipo con línea de tres y lo dejo al "Flaco" Schiavi mano a mano con un jugador rápido y habilidoso, lo expulsen a los 20 minutos. Ni Messi, ni Xavi ni cualquier gran jugador puede desarrollar su talento sin un equipo que lo respalde (salvo en puestos muy específicos, como los de arquero, o un volante defensivo que se caracterice por luchar y correr). En un equipo desordenado que no sabe a lo que juega, probablemente el Payaso Lugüercio sería una de las figuras, mientras que un jugador como Pastore no podría destacarse.

Hay que tener en cuenta que España cuenta con la base de Barcelona más Real Madrid, que juegan todos o casi todos en su país, y encima convive la misma base desde el mundial de 2006; incluso Casillas, Puyol y Xavi han participado de 2002. En contraposición, la desorganización que impera en la Argentina, donde no se sabe la función de Bilardo -una persona que no pasaría un examen pre-ocupacional en ningún laburo- , donde el técnico y el manager no comparten la misma visión del fútbol y donde rige la dedocracia de Grondona; es verdaderamente abismal.

Ganar o perder depende de detalles mínimos: Brasil en 1994 ganó por penales, España en 2010 casi se queda afuera contra Paraguay, Italia ganó por penales, en 1990 Alemania nos ganó -más allá de que era mejor equipo que el nuestro- con un penal que no fue contra un equipo muy disminuido, etc.

Messi está acostumbrado a jugar en equipo, y se siente perdido en medio de un rejunte de individualidades que están a la deriva. No es alguien que ha jugado en el Nacional B, en canchas impresentables ni en lugares hostiles. Lamentablemente, por lo visto hasta ahora, es muy probable que la soberbia, el individualismo y la estupidez dirigencial nos lleven a desaprovechar tan grandioso jugador en dos mundiales: Sudáfrica 2010 y Brasil 2014.

No coincido con quienes creen que la Argentina no tiene jugadores para armar un buen equipo. Admito que hoy por hoy, España y Alemania han demostrado ser las mejores selecciones a nivel mundial. Sin embargo, si hubiésemos tenido una dirigencia seria y un proyecto a largo plazo... por caso, de haber seguido Pekerman desde 2006 a la fecha, con un equipo de gente idónea en juveniles en lugar del hijo del mafioso de Grondona y el maldito narigón Bilardo, hoy seríamos un equipo que jugaría un excelente fútbol. Ganar o no ganar no es algo definitivo. Si España hubiese perdido contra Paraguay, a mis ojos hubiese seguido siendo el seleccionado de mejor fútbol de 2008 a esta parte. Todos jugamos para ganar, pero los discursos que se fijan en la foto y no en la película nos están llevando a la ruina.

Nuestro fracaso no es un suceso, ES UN PROCESO. Visto y considerando cómo se están haciendo las cosas a nivel selección, hay que esperar un milagro para ver a Messi ganar un mundial, y no porque no existan los jugadores, cuantimenos en lo potencial.

viernes, 8 de julio de 2011

MARADONA, MESSI Y TEVEZ

Aquí enlace a comentario de Varsky sobre cuestionamientos desmesurados hacie el nene. Ahora sí, mi descargo:

1) En lugar de alegrarnos porque a poco del retiro de Maradona salió un jugadorazo llamado Messi que juega para nosotros (cuando podría jugar para España, país que pagó su tratamiento porque acá ningún dirigente se quiso hacer cargo); un pibe que a los 13 años se fue llorando porque dejaba su país natal rumbo a un territorio desconocido, lo vemos como el intruso que viene a robarle el cetro a nuestro rey indiscutido Diego -a quien antes de 1986 muchos discutían, porque el equipo jugaba mal y su último antecedente mundialista implicaba una expulsión por plancha contra Brasil. Ese pibe ganó un mundial sub 20, una medalla de oro olímpica en 2008, hizo un gol a los 19 años en el mundial 2006 y jugó una excelente Copa América con Basile en 2007 (a los 20 años). ¿Hay muchos argentinos que se puedan vanagloriar de esos logros?;

2) Hay gente que aplaude una barrida de Tevez a 50 metros del arco como si eso representara sacrificio, entrega y sentimiento por la camiseta. ¿Quién tiene más huevos, Palermo haciéndose cargo del tercer penal aunque haya errado los otros dos o el jugador que se tira al piso en una jugada intrascendente? ¿No tenia huevos Riquelme cuando pedía la pelota en Brasil, con un estadio en contra, en circunstancias en que la pelota quemaba? ¿No demuestra más huevos Zidane picando un penal en la final de un mundial? ¿No tiene más huevo Riquelme pidiendo la pelota y guardandola contra el Real Madrid? ¿Le ven la cara a Messi cómo sufre la falta de juego? ¿La cara de Messi es la de alguien a quien le chupa un huevo la camiseta? No estoy queriendo menospreciar a Tevez, quien me parece un muy buen jugador, sino al discurso absurdo que reduce todo proyecto a "patriada", "huevos", "mística" o alguna entelequia metafísica por el estilo. Si uno mide el recorrido de muchos conductores a quienes la gente acusa de "pecho frío", suelen correr tanto o más que el número cinco que se tira al piso, sólo que para ofrecerse, pedirla, buscar los lugares vacíos. ¡Aflojemos con tanto discurso mentiroso! Y ojo que no hablo de Cappa vs Caruso, voy mucho más allá. Cappa también se pasa para el otro lado y versea de lo lindo;

3) ¿No cantaban el himno con la mano en el pecho tantos genocidas que hicieron mierda sus respectivos países? ¿Vamos a fijarnos en si el pibe sabe el himno? Aunque sea es sincero, y no se lo aprende para poner carita de patriota cuando lo enfoca la cámara. Prefiero que se vaya sin declarar porque está frustrado que a Tevez declarando porque siente que tal vez les debe algo a los periodistas;

4) La memoria necesita del olvido, como el divorciado reciente necesita dejar de pensar en su ex mujer para hacer el duelo y rehacer su vida. Maradona fue un grande, y afortunadamente es argentino. Messi es un crack (distinto, con otra personalidad, incapaz de "ponerse el equipo al hombro" como Maradona, porque no es "conductor" sino delantero). Messi necesita del entorno para estar bien, y ahí él, como dice Guardiola, "no falla".

PD 1: El fútbol es demasiado negocio para ser un simple deporte, y demasiado deporte para ser un simple negocio; ergo, acá los pibes y los padres quieren formar delanteros porque ahí está la guita, eso -y la falta de proyectos, tal vez- explica porqué tenemos tantas dificultades para encontrar centrales, laterales y volantes por los costados que tengan auténtica categoría y nos sobren delanteros de buen nivel.

PD2: Del Checho Batistón no hablo, xq me resulta INEXPLICABLE este muchacho. Ojalá encuentre la luz.


Abrazo de gol (de Banega, al lado del palo, tirito intrascendente, se le va debajo de la suela, errar es humano... no, pará... Momo Banega, pará... reventála, sacála de ahí carajo, Dios y la virgen de Itatí sacala Momooooooooooooooooooooooooooooo!!!!!!!!!!!!!!!!!!!).

miércoles, 6 de julio de 2011

MESSI Y LA INSOPORTABLE ANSIEDAD DE ALGUNOS ARGENTINOS

Cuando alguien vuelve de ver a su equipo en la cancha la primera pregunta es: "¿cómo salieron?" y no "¿estuvo bueno el partido, cómo jugaron?" Quizá nos importa menos el fútbol como juego que el sentirnos momentáneamente parte de "los vencedores".

La ansiedad de algunos hinchas argentinos -fogoneados por un discurso periodístico insoportablemente exitista- y su cantinela reducida a "hace 18 años que no se gana nada y 24 que en los mundiales no pasamos de los cuartos de final"; se asemeja a la de un tipo que antes de tratar de seducir a la mujer que le gusta se dice a sí mismo "hace mucho que no tengo sexo", "hace mucho que no tengo sexo", "hace mucho que no tengo sexo".

Esa ansiedad conspira contra la posibilidad de hacer un buen proyecto, elegir a la gente idónea y apoyarla. Yo mismo me contagio de ese discurso nefasto cuando miro un partido, pero cuando reflexiono me digo: "¿dónde carajo está escrito que no podemos perder?"

Además, no es cierto que "hace 18 años que no se gana nada": se ganaron dos torneos olímpicos en forma consecutiva -2004 y 2008- y cinco campeonatos mundiales juveniles. El proyecto de Pekerman y Bielsa fue excelente; lamentablemente, los jugadores llegaron al mundial 2002 en declive, cansados, con diversas lesiones -Ayala quedó afuera haciendo el calentamiento- , y nos fuimos en primera ronda. A Verón lo crucificaron por un mal partido y una imagen donde hacía un gesto de... de... CALMA!!!!

Pocos se acuerdan de que a Maradona, antes de 1986, lo discutían. Todo este discurso exitista y tremebundo favorece, por momentos, la imposibilidad de disfrutar de un jugador que está marcando época: Lionel Messi. El mismo Messi se contagia de esa ansiedad y, a veces, trata de demostrar toda su capacidad en cinco minutos.

¿Qué sería hoy de Bilardo si hubiésemos quedado afuera del mundial en 1985, como estuvo a punto de pasar contra Perú?

Otra frasecita remanida: "el fútbol argentino está en crisis" porque hace tal cantidad de años que un equipo local no llega a la final de la Copa Libertadores. Velez fue eliminado contra Peñarol en la última edición pero pudo haber salido campeón. Repito: ¿dónde carajo está escrito que no podamos perder? El fútbol se emparejó. ¿Se emparejó para abajo? ¡Qué se yo! Hace veinte años era no sólo imposible, sino IMPENSABLE que la Argentina le gane a un combinado de jugadores estadounidenses de la NBA en básquetbol. La globalización homogeneiza. La Argentina jugó muy lindo contra Albania, y antes seguramente muchos equipos que hoy son difíciles eran Albania, entonces da la sensación de que  se jugaba hermoso. Encima hoy la preparación física es muy exigente. ¡Aflojemos con los extremos! Es probable que el Velez de hoy le gane por cinco goles al Brasil de 1970.

Aquí hay una nota muy interesante del -por varios cuerpos de ventaja- mejor periodista deportivo de La Nación. Ezequiel Fernández Moores cuenta cómo los resultados del Barcelona son fruto de un proyecto que involucra mucho tiempo, mucho trabajo coordinado y apuesta a futuro. Los dirigentes prohiben a los padres que miren los partidos y le griten a sus hijos como desaforados. Recomiendo también la siguiente entrevista a Pekerman: click aquí, donde el tipo cuenta y explica muchas de las cosas que estoy esbozando en este post.


En 1957, la Selección Argentina salió campeona sudamericana en Lima, goleando entre otros equipos a Brasil, quien varios meses después sería campeón mundial. En el Mundial de 1958 fuimos goleados por Checoslovaquia, y como es usual entre varios de nosotros, se dijo que "no teníamos preparación física o táctica" -lo cual era posiblemente cierto-, que "la posta" la tenían los europeos... Ahora parece ser que la clave del triunfo es "imitar al Barcelona" y apostar por la técnica. En 2006 salió campeón Italia y varios periodistas consideraban que Marcelo Lippi era un genio de la táctica y que ese era el modelo a seguir. Se tiende a fomentar el actuar por reacción, por imitación del "exitoso".

Les recuerdo que en 2006 la Argentina le hizo un gol a Serbia y Montenegro luego de 25 toques seguidos. No es necesario recurrir a ejemplos muy lejanos. La selección de Basile en la Copa América de 2007 tuvo momentos de muy buen fútbol. En 2004 el mejor equipo de la Copa América fue la Argentina, pero Brasil le empató sobre el final y luego ganó por penales. En 2007 el equipo que demostró el fútbol más vistoso también fue la Argentina, aunque Brasil en la final le ganó muy bien y merecidamente.

Síntesis: ¡dejémonos  de joder con fomentar la imitación de modelos exitosos foráneos! Se puede y debe aprender de otros modelos, pero no irnos de un extremo al otro como una bolsita en el viento. No se puede analizar el fútbol con ese nivel de inmediatez. Lo único que se puede hacer es trabajar seriamente detrás de un proyecto, porque a los resultados en el fútbol no te los asegura nadie: se gana y pierde con cualquier estilo. En 1990 Alemania ganó con un penal inválido contra un equipo diezmado y puro corazón (que le ganó de pedo a Brasil), en 1994 Brasil ganó por penales, en 2006 Italia ganó por penales; en 2010 España perdió con Suiza y los medios se comenzaron a rasgar las vestiduras y a pedir humildad al plantel, luego casi quedan afuera contra Paraguay.

En 2006 Francia venía jugando mal, se iluminó Zidane y los jugadores más experimentados y le ganaron a Brasil y a la España de Xavi e Iniesta. Luego en la final el mismo Zizou se descontroló, le pegó un cabezazo en el pecho a Materazzi y dejó a su equipo con uno menos.


A propósito de España: al quedar afuera en 2006 muchos creíamos que le faltaba personalidad, que siempre le pasaba lo mismo, etc. Luis Aragonés creyó en ellos y dos años después salió campeón de Europa y luego del mundo.

La misma Italia con el mismo técnico quedó afuera en 2010, dando pena y jugando un fútbol muy mezquino; ese mismo año, durante el último mundial, Brasil pudo golear a Holanda en el primer tiempo y terminó cometiendo dos errores muy infrecuentes y quedó afuera.

En 1994 teníamos a Redondo, Simeone, Maradona, Caniggia, Batistuta, Chamot, Ortega de suplente... y vino el dóping al Diegote... Los ejemplos pueden multiplicarse.



ES MUY DIFÍCIL ganar un mundial, juegan muchísimos factores: preparación física, suerte, lesiones, personalidad, pelota parada (por eso también se necesita altura), mentalidad, esfuerzo, arbitrajes, funcionamiento colectivo en ataque y defensa, táctica, inspiración del momento, etc.

¡¡Eso de "yo cuando juego a la bolita contra mi sobrinito le quiero ganar" no te hace un triunfador, te hace un pelotudo!! A ver si aflojamos un poco con el discurso Olé/Fox Sport/Bilardo/T y C de "hace X años que no se gana nada" y "lo único importante es el mundial de mayores". Ese discurso no te hace gambetear mejor, dársela a un compañero ni pensar adecuadamente: en todo caso hace que el hincha lo único que exija son "huevos", "patriadas" y "héroes" y le eche la culpa al técnico o al jugador famoso como toda explicación de una derrota.

PD 1: No estoy hablando de la gestión de Batista a cargo de la selección mayor (que me deja lleno de dudas y que hasta el momento me parece muy desacertada, aunque todavía es pronto para hacer un análisis concluyente).

Estoy diciendo que la ansiedad y el tremendismo no valora nada salvo salir campeón mundial o llegar a la final, y que eso conspira contra la posibilidad de llevar adelante un proyecto serio. Claro que hay otros factores: empersarios, amiguismos, la "dedocracia" de Grondona, etc.

PD 2: Messi salió campeón mundial juvenil con la selección, y ganó los Juegos Olímpicos en 2008. Su participación fue decisiva, incluso en la Copa América de 2007. Con Pekerman y Basile rindió más que con los "no técnicos" Maradona y Batista. Eso no implica que toda la culpa es del resto, sino que él funciona cuando el entorno funciona. Messi no es un héroe, sino un crack que anda bien cuando el resto lo acompaña. Por lo demás, no me interesa la dicotomía "Messi vs Anti-Messi", que sólo sirve para discutir a los gritos y vender diarios.

domingo, 29 de mayo de 2011

MESSI ES EL PUTO AMO

¡¡Cómo juega ese pibe, y cómo juega el Barcelona!! Lo decía hace un tiempo, aunque obviamente no se necesitaba ser ningún profeta: el Barsa es un espectáculo.

martes, 26 de abril de 2011

CHAMPION LEAGUE: BARCELONA VS REAL MADRID

Para todos aquellos que empiezan a criticar el fútbol exquisito del Barcelona sólo porque perdió una final contra un equipo contragolpeador (lo cual es legítimo):

Barcelona va a ganarle al Real Madrid en semifinales, va a jugar la final contra el Manchester United (casi seguro) y será el campeón de Europa. Lo digo para que quede asentado. ¡¡Y ya lo ve, y ya lo ve, es para Niembro que lo mira (y lamentablemente lo comenta) por TV!!

Por el bien del fútbol espectáculo, y porque es el mejor equipo del mundo, junto con Boca Juniors (?).