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jueves, 20 de septiembre de 2012

FACEBOOK, LAS REDES SOCIALES Y EL CLIENTELISMO

Aquí tienen un muy buen artículo de María Esperanza Casullo sobre la cuestión del clientelismo. Se armó un debate interesante, con voces diversas (aunque predominantemente kirchneristas o filo-kirchneristas).

La foto que ilustra el post fue compartida por varios de mis contactos en mi cuenta personal de Facebook.

A más de uno le deben llegar muchas muestras de racismo e intolerancia similares a las que ilustra la foto.

Es importante criticar aquellas cosas que nos parecen mal del actual gobierno. Eso sí: les aseguro que este tipo de fotos hace que cada vez me acerque más al oficialismo.

En éste link puede leer un muy interesante post de Abel, sobre el candidato republicano Romney.

Adenda: Si pinchan aquí, podrán ver una entrevista muy interesante a César González -alias Camilo Blajaquis- : un escritor  y poeta cuya experiencia de vida vale la pena conocer.

En este artículo, Sarlo tiene la suficiente amplitud mental como para señalar cuestiones que se le escapan a varios periodistas y "pensadores" de la tribuna de doctrina:

(...) Décadas después, el lenguaje de la discriminación vuelve a utilizarse para describir a los manifestantes del jueves pasado. De nuevo, las calles que se mencionan son Santa Fe y Callao como centro místico de la convocatoria. Si ese lenguaje podía describir adecuadamente la anterior movilización de caceroleros, que fue pequeña y poco entusiasta, no parece el más adecuado para la última. El cruce emblemático de las dos avenidas de Barrio Norte tuvo decenas de espejos en las ciudades argentinas.

Sin embargo, las críticas kirchneristas a la movilización del jueves se apoyan en datos y citan consignas indiscutiblemente escritas en las páginas de Facebook que propagandizaban la convocatoria. Allí se ha usado el lenguaje del odio contra los planes sociales y la asignación universal ("planes descansar" y "asignación para coger", entre otras frases), que no salió de la cabeza de Cristina, sino de una iniciativa presentada, hace años, por Elisa Carrió. Este despiste ideológico, la antipatía contra la política y el encierro dentro de los propios deseos indican el terreno fracturado en el que se mueve la protesta.

Por televisión algunos relatores periodísticos se entusiasmaron recordando la "primavera árabe". No recordaron, sin embargo, quiénes ganaron las elecciones en Egipto después de esas movilizaciones de masas. Por televisión también se subrayó la ausencia de toda interpelación política. Se olvidó, sin embargo, que es la política la que puede dar una continuidad a las reivindicaciones de quienes se movilizaron el jueves.

Para seguir leyendo:






lunes, 13 de junio de 2011

CLIENTELISMO

Antes que nada, pongo dos links:


b) Un aporte de María, para complejizar el concepto de "clientelismo".

También rescato dos respuestas de la politóloga Matilde Ollier sobre el concepto de "clientelismo". Como todos sabemos, la idea de "clientelismo" es, para muchos, una suerte de "darles un chori y vino tinto a negros de mierda ignorantes a cambio del voto al candidato peronista de turno".

La entrevista completa puede verse aquí.

Cuando habla de retrocesos, ¿también se puede incluir en este rubro el clientelismo, que está tan extendido, sobre todo, en la provincia de Buenos Aires?

-No estoy de acuerdo con la categoría de clientelismo. ¿A qué se le dice clientelismo? A los recursos que el Estado nacional le brinda a los más pobres, supuestamente a cambio de favores como el voto. Pero si miramos en el contenido de la palabra clientelismo, que supone un Estado que da recursos a un sector de la población y ese sector lo que tiene de intercambiable y poderoso es su voto, la clase media también tiene acuerdos con los Estados nacionales, provinciales y locales, y también ofrece su voto, y los empresarios también son subsidiados por el Estado argentino.
-¿A qué se refiere?

-La clase media paga baratísimo la cuenta del gas gracias a un subsidio. En lugar de que el Estado le dé 500 pesos para pagarla, le baja 500 pesos la tarifa. ¿De dónde sale esa plata? Del Estado. Y para no hablar de los empresarios argentinos, que tienen altos niveles de dependencia del Estado, desde los negocios que hacen, la subordinación que tienen en relación a subsidios y su actitud poco autónoma. Por eso, probablemente exista un rasgo clientelar, dependiente y de falta de autonomía, en la economía que va más allá de la gente más humilde. La categoría de clientelismo no tiene valor: suena como un estigma hacia los más pobres cuando, en realidad, estamos en una sociedad en la que mucha gente vive del Estado y se beneficia de él. Es estigmatizar a un sector social que tiene bastante menos responsabilidad que otros por los destinos del país. Hay condiciones de pobreza extrema y sería ideal que la gente que necesita una ayuda tenga trabajo. Lo ideal también sería tener un capitalismo que funcione. Tenemos un capitalismo deficiente, maltrecho, pobre, débil, cómodo, que no quiere arriesgar, que no es audaz, que no tiene en la Argentina todos los rasgos que lo han hecho un sistema económico dominante en el mundo.

Para muchos, el "clientelismo" es un insulto, relacionado con el populismo. Aquí algunos aportes sobre la idea de "populismo".