martes, 28 de junio de 2011

EL RADICALISMO ES EL PERONISMO CON COMPLEJO DE CULPA



El título es una cita-paráfrasis de un artículo del politólogo José Natanson, publicado en "el Dipló" este mes. Me pareció una metáfora-hipótesis iluminadora, aunque no hay que tomársela tan en serio, a riesgo de terminar escribiendo artículos pelotudos tipo "Maradona como metáfora de la Argentina", donde se pretende que una metáfora haga las veces de explicación causal.


El acuerdo con De Narváez y Rosendo Fraga coloca a Alfonsin en un lugar ideológicamente opuesto al que dice querer estar. Oscar Wilde decía: "la culpa no te impide cometer el pecado, pero sí disfrutar de él". Personalmente, lo que más me agrada del kirchnerismo son sus enemigos, y no me parece poco. A menudo, quienes reducen "poder" a Estado terminan por ser cómplices de lo peor.

A diferencia del radicalismo, el peronismo suele adaptarse a los cambios de una manera más desvergonzada, como si gritara la buena nueva alegremente y sin hacerse demasiado problema. El pragmatismo peronista le permite procesar los cambios sin culpa, aunque a menudo tumultuosamente (años 70s); también, justo es decirlo, posibilitó la asunción de un engendro como Menem, quien gobernó diez años habiéndose cagado en sus iniciales promesas de campaña, donde difundía la necesidad del "salariazo" y la "revolución productiva". En ese sentido, cabe destacar que lo contrario del idealismo no suele ser el realismo, sino el cinismo. Los sueños del cinismo noventista eran de vuelo bajo: formar parte del banquete del consumo, aunque a la mesa se sentaran muy pocos. Los "izquierdistas-utopistas", en cambio, siempre están a punto de romper sus acuerdos, dado que la realidad nunca o casi nunca se reconcilia con sus convicciones y principios.

El radicalismo, en cambio, se adapta a los cambios de manera angustiada, con una actitud de amargura "ernestosabatiana". El carácter más o menos pragmático y la estructura partidaria hacen del peronismo y el radicalismo una opción superadora respecto de la concepción política reducida a una suerte de permanente reunión de consorcio del trotskismo y otros partidos minoritarios de izquierda.

En éste post hablé de la división izquierda/derecha. Sin embargo, hay diversos "criterios de demarcación" o "estructuras de división" para analizar la política: Pueden existir criterios religiosos o étnicos: sunnitas y chiitas en Irak; étnicos (Serbia); geográficos (unitarios y federales); ideológicos.

Entre los criterios ideológicos, Natanson reconoce la división izquierda/derecha, y también se pueden nombrar republicano-demócrata en sentido norteamericano, o peronismo-radicalismo. Los radicales tienen un respeto institucional por las formas republicanas mucho más acentuado que los peronistas.

Según Natanson, y "mal que les pese a los analistas europeos o europeizados, el eje articulador de nuestra democracia nunca fue izquierda-derecha sino peronismo-radicalismo".

Me parece que uno no puede afirmar de modo tajante que el peronismo es "de derecha" y el radicalismo "de izquierda", ni viceversa. Al decir de Natanson: "fue radical el primer presidente cabalmente democrático de nuestra historia (Hipólito Yrigoyen), fue antiradical la primera gran dictadura (la de la Década Infame) y fue radical el primer presidente de la democracia recuperada (Raúl Alfonsín). Y es radical Ernesto Sanz, quien sugirió  que la AUH fomenta el alcoholismo y el consumo de drogas. Por su parte, el peronismo, surgido al calor de la industrialización de posguerra e impulsado por los migrantes internos, utilizó a la democracia electoral como vía para avanzar hacia la democracia social, a través de un impulso redistribucionista cuyos ecos se escuchan hasta hoy".

En diciembre de 2001, con la potencial disolución total del radicalismo -Frepaso y helicóptero del excelentísimo señor prescindente Fernando De la Duda mediante- , en cierto modo se creyó que asistíamos al final del biparidismo. Diez años después, las figuras de Mauricio Macri, Lilita Carrió y Pino Solanas no han logrado oradarlo, hasta el punto de que los candidatos principales de octubre serán Cristina Kirchner y Ricardo Alfonsin. La ciudad de Buenos Aires, es sabido, forma un electorado aparte.

Para finalizar, dejo un link con un interesante debate entre Marcos Novaro y Rinconete, del blog Mesa de Autoayuda K. Y para quien le interese pensar la posibilidad de una alternativa al bipartidismo desde la izquierda, dejo éste link con una entrevista a Maristella Svampa. Como verán, oh miles y miles de lectores que no me leen, soy una persona recontra plural.

2 comentarios:

  1. buen post, natanson es un capo!

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  2. A mi entender Richard aún no cayo en la trampa que le hizo su partido para desaparecerlo, de otra manera no se entiende hacia donde quiere ir el radicalismo con semejantes alianzas, al igual
    que poner a la Giúdice en capital. Tal vez les
    convenga perder las elecciones hasta armarse de nuevo, bah! es un decir nunca se armaron bien y
    lo han demostrado en varias oportunidades.

    Saludos!

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