¿No habéis oído hablar de aquel hincha de Boca de paladar
negro, medio borracho, quien justo antes de la claridad del mediodía se bajó media botella de tinto, se fue a la cancha y comenzó a gritar: “¡Busco un equipo que juegue
al fútbol! ¡Quiero que el equipo de Falcioni pueda dar más de tres pases
seguidos! ¡Tengo esguince de ojos! ¡El “Flaco” Schiavi no para ni el bondi! ¡Ponélo a Sánchez Miño la conchatumadre!”.
Las personas que lo veían gritar desaforadamente en la tribuna, se reían con
sonoras carcajadas. “¿Acaso se ha perdido?”, dijo uno. “¿El fútbol terminó de
morir gracias a Caruso Lombardi?”, dijo otro. “¿Todos tienen miedo de perder?”,
exclamó un tercero. “¿El fútbol se hechó a la mar en un barco? ¿Los goles han
emigrado a Europa?”. Así chillaban y reían sin orden alguno. El hincha de Boca
saltó en medio de ellos, atravesándolos con la mirada: “¿A dónde ha ido el
fútbol?”, gritó, “¡se los voy a decir, putos! ¡Nosotros lo hemos matado!
¡Nosotros, Bilardo, Niembro y el diario Olé! ¡Todos somos sus asesinos! ¿Pero
cómo hemos hecho esto? ¿Cómo fuimos capaces de bebernos el mar hasta la última
gota? ¿Hacia dónde se mueven los jugadores? ¿Saben a qué carajo juegan? ¿Por
qué siguen corriendo, como pollos a los que les acaban de cortar la cabeza? ¿Hay
todavía un arriba y un abajo? ¿No vagamos como a través de una nada infinita?
¿No sentimos el alentar del espacio vacío? ¿No se enamora la tribuna de su
propio aliento, ignorando las barrabasadas que se perpetran en el campo de juego? ¿No llega continuamente oscuridad y más oscuridad? ¿No será al pedo que se enciendan las luces
del estadio? ¿Para qué, para disfrutar de una patada de Somoza, para que encima después Sabella
lo convoque a la selección local? ¿Por qué insistir con el "Chapu" Braña? ¿Por qué no Pastore? ¿Qué méritos hizo Desábato para estar en la selección? ¿No olemos nada de la putrefacción del
espectáculo como goce estético? ¿No olemos la sangre por los foules mala leche, mientras el referí se hace el otario? ¡Y nosotros lo hemos matado!
¿Cómo nos consolaremos los asesinos de todos los asesinos? Lo más sagrado y lo
más poderoso que hasta ahora poseía el fútbol, sangra bajo nuestros cuchillos
-¿quién nos enjuagará esta sangre? ¿Qué fiestas expiatorias, qué juegos
sagrados tendremos que inventar?”
Súbitamente, el bostero de paladar negro dejó de gritar, y se quedó en silencio, contemplando el horizonte con ojos vacunos, faltos de vida.
Y si lo llaman de vuelta a Menotti?
ResponderEliminarJaja con Menotti nos cagaban a goles.. no sé si quiero un DT "menotista", pero aunque sea me gustaría que jueguen mejor.
ResponderEliminarLos partidos de Boca son inmirables!!