¡Qué lindo es disfrutar de un fin de semana en Gualeguaychú! Morfo un asadito por día, camino bordeando el río, ando en bicicleta.... En estos momentos estoy sentado en Café y helados –un barcito muy bien ubicado, con wi fi- escuchando El jardín de los presentes de Invisible en la computadora, mientras miro a la gente pasar.
Entre paréntesis: acaba de pasar una rubia de ojos celestes mirándome mirarla y dejándome un poquito enamorado. Me recordó el poema de Baudelaire ese, que creo se titula "A una que pasa" o algo por el estilo. Lo cierto es que por estos lares, las chicas lindas abundan.
Entre paréntesis: acaba de pasar una rubia de ojos celestes mirándome mirarla y dejándome un poquito enamorado. Me recordó el poema de Baudelaire ese, que creo se titula "A una que pasa" o algo por el estilo. Lo cierto es que por estos lares, las chicas lindas abundan.
Cada tanto aprovecho para leer, en forma salteada, alguno de
los libros que traje. De camino para el café me pintó comprarme dos libros: Encuentros, el lado B del amor, de
Gabriel Rolón; y la edición conmemorativa de Cien años de soledad, de Gabriel
García Márquez. Releí Maus, de Art Spiegelman (¡extraordinario!); estoy leyendo el primer tomo
de las Obras completas de Bioy Casares -más precisamente La invención de Morel-; las conferencias Sobre el porvenir
de nuestras escuelas de Nietzsche y dos libros del crítico inglés Simon
Reynolds.
¿Por qué cuento esto? Porque no se me ocurre una mierda para escribir en el blog.
El libro de Rolón es grosísimo: dice cosas como que el amor
no siempre es algo maravilloso y que todos nos vamos a morir (?). Cágense de la
risa, pero con esos textos “amenos”, Rolito se ganó sus buenos mangos.
¡Qué groso Messi! Cada día juega mejor... no me deja de admirar ese pibe. Se acaba de mandar tres goles, uno más lindo que el otro.
"Enderepente" me pintó extrañar a mi hermana. En fin...
"Enderepente" me pintó extrañar a mi hermana. En fin...
¡Sean felices!
Roooooodri!! El miércoles nos vemos? Pasála lindo!!
ResponderEliminarNos estamos viendo.. jeje. Estoy tardando en responder. Lo tengo descuidado al bló.
EliminarCórtela con dar envidia, maestro. ¿Se fue a curar de la vista?
ResponderEliminarCine querido! Fui a descansar un poco, porque tengo la casa de mi abuela ahí (la casa, mi abuela ya no está).
EliminarGualeguaychú, antes de la invasión de los porteños carnavaleros, era un paraíso. Espero que lo siga siento. Siempre recuerdo los picaditos de joven en la cancha del club Neptunia, creo, junto al río gualeguaychú, y después unos mates y una zambullida, todo rodeado de gente macanuda, a quienes envío un fuerte abrazado a mis hermanos de la otra costa.
ResponderEliminarEnvidia y suerte.
Cambió Gualeguaychú respecto de lo que era antes... Por ejemplo: el carnaval era algo mucho más "local", sin todo ese circo turístico, el "corsódromo" y la entrada tan cara. Cuando yo era chiquito salía a cualquier hora a la noche y volvía cuando quería. Ahora lo sigo haciendo. Si te afanan, por ahí te sacan la bicicleta en un descuido. Por el momento no tuve episodios "de inseguridad".
EliminarDe todos modos sí, está un poco más "aporteñada". Cuando cruzás la calle, los automovilistas no se comportan como "uruguayos respetuosos" sino igual de ansiosos y maleducados que los porteños.
Descanse y disfrute, Desocupáu; Usted se lo merece, es buena gente.
ResponderEliminar¡Muchas gracias estimado! De todos modos fueron sólo dos días (sábado y domingo). En el laburo no me dejan irme más tiempo, je.
EliminarAbrazo!
¡Eh, vuelva algún día! Ya parece mi página.
ResponderEliminarJaja, estoy vago últimamente! Estoy con mucho laburo.. en Tribunales me están dejando sin energía para escribir. Volveré, y seré Milone!
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