viernes, 30 de diciembre de 2011

MANIFIESTO DEL INDIO SOLARI


INDIO SOLARI: "UN MENSAJE PARA LOS COLEGAS QUEJOSOS"

El ex cantante de los redó citó una frase de Bertolt Brecht, quien dijo: "Quien quiere ver solo lo que puede entender, no tendría que ir al teatro, tendría que ir al baño".


Parece que la cita está dirigida a los "colegas quejosos" que se molestan por el estilo un tanto críptico de las letras de varias de las canciones de Solari. El mensaje fue publicado en éste sitio.


"Escribo canciones en la creencia de que:

-El efecto poético se produce por la capacidad de un texto de continuar generando lecturas diferentes sin ser consumido nunca por completo.

-La poesía no debe invitar solo a escuchar, debe invitar fundamentalmente a imaginar.

-La poesía es subjetiva, se vuelve objetiva cuando sus destinatarios, después, se dejan envolver por ella.

-La principal regla poética es conmover, todas las demás no se han inventado si no para conseguir eso.

-La poesía no puede ser definida con precisión porque no nos es dado conocer su esencia sino sentirla.

-La poesía crea realidades intelectuales que se presentan emocionalmente. No como un pensamiento reflexivo ni filosófico sino como un pensamiento rítmico.

-Una buena canción (su lírica) debe parecer que no pudo ser escrita de otra manera. Debe tener poder de seducción y comportarse como un enigma del cual uno presenta, para su resolución, solo indicios.

Indio Solari

PD: En mi caso me interesan las partes del cerebro que se ponen a trabajar bajo condiciones de ambigüedad. Por eso he elegido escribir en libertad con cambios deliberados e irreverentes de sintaxis. En definitiva, la poesía, como la ciencia es nada más que una interpretación del mundo. Mientras acabo con esto escucho la voz de Tita Merello: “… Si el bulto no interesa por qué pierden la cabeza ocupándose de mí."

Las palabras del Indio me hacen acordar a "Obra abierta", de Umberto Eco. De todas formas son cuestiones que han sido recontra tratadas por muchas mentes despiertas, como la del filósofo argentino Luis Almirante Brown:

http://www.youtube.com/watch?v=rOpN5Iiv25w

Chau buáchos, no quiero escribir más. Dejo link sobre el Indio:

http://dialogandodemiconmigo.blogspot.com/2011/04/la-rebelion-consiste-en-escuchar-los.html

miércoles, 28 de diciembre de 2011

MR SATAN


Odio que Mr Satán se crea fuerte y presuma de su valentía cuando Gokú y sus amigos son los que salvaron el planeta tierra una y otra vez. ¡Qué personaje despreciable!

Es como si Bilardo creyera que su mérito en la obtención del campeonato mundial de 1986 es superior al de Maradona.

Tengo mucha bronca. Y sí, el post es una auténtica bazofia, pero lo hago gratis y si quiero hacer catarsis con una gilada hago catarsis con una gilada... y si quiero hablar de Alain Badiou para presumir lo hago, porque soy bostero y me la aguanto contra cualquiera.

sábado, 24 de diciembre de 2011

DESENLACE, DE YAO FENG


Quizás un invierno
me regalaste una piedra
tan caliente que yo la pasaba
de mi mano izquierda a mi mano derecha
de mi mano derecha a mi mano izquierda
y así
Los días se fueron sucediendo,
la piedra poco a poco se enfrió.
Lo único que quedó en mis manos
fue un poco de sombra.

Yao Feng


Traducción: Miguel Ángel Petrecca

domingo, 11 de diciembre de 2011

LA SOBERBIA DE ALGUNOS LITERATOS, Y LA FILOSOFÍA COMO VAMPIRISMO




LOS LITERATOS FANÁTICOS

Me genera una mezcla de comicidad, pereza mental y bronca la catarata de agresiones de muchos comentaristas que derrochan su bilis en blogs de contenido más o menos filosófico o literario.

De ellos se puede decir algo similar a lo que autores como Borges o Bolaño han dicho sobre el carácter fútil de tantos que -como "Pituca" en el tema ricotero- creen ser el mejor culo para su sillón.

Según Bolaño:

“(…) Los escritores de La literatura nazi… no son, no es más que una metáfora del oficio de escritor, de la literatura. Que es un oficio –a mi modo de ver– bastante miserable; con gente –practicado por gente– que está convencida que es un oficio magnífico. Y allí hay una paradoja bestial, un equívoco bestial. Yo a veces –es decir– es un equívoco como si alguien ve a una persona muerta con cuatro balazos en la cabeza, diez balazos en la espalda y un cartel que dice: “te maté por tonto”, lo ve y dice: “uh, sufrió un accidente”. Es así el equívoco. ¿No sé cómo no se dan cuenta? El oficio de escribir es un oficio poblado de canallas –eso más o menos todo el mundo lo intuye– pero es que además está poblado de tontos, que no se dan cuenta de la fragilidad inmensa… ¿Cómo se dice esto, que no perdura?

(Warnken) De lo efímero…

De lo efímero que es. Es decir, yo puedo estar con veinte escritores de mi generación y todos están convencidos de que son buenísimos y que van a perdurar. Eso es una ignorancia –aparte de un acto de soberbia enorme– es de una ignorancia bestial. Porque se les puede preguntar: “a ver, si sabes, has leído o tienes una ligera idea de la historia de la literatura, ¿cuántos escritores latinoamericanos sobreviven de la década de 1870-1880? Nómbrame a veinte”. Y ya no te hablo de un país, te hablo de todo un continente.

Jorge Luis Borges escribió un poema sobre eso: (1)"A un poeta menor de la Antología"…

Ah, ese es un poema muy bueno…

¿Dónde está la memoria de los días que fueron tuyos en la tierra, y tejieron dicha y dolor y fueron para ti el universo? El río numerable de los años los ha perdido; eres una palabra en un índice.

Bueno, pero Borges se está refiriendo a los poetas menores de la antología inglesa. Que son poetas menores que perduran. Están allí y son poquísimos. Son poetas menores e incluso poquísimos. Y además son poetas menores muy buenos".


Lo curioso es que hay escritores muy copados que entienden lo efímero de la escritura y no se toman demasiado en serio a sí mismos, pero cuyos lectores -más papistas que el Papa y todo los miembros del Opus Dei juntos- tienen la desgracia de: a) pretender detentar el monopolio de la interpretación de tal o cual texto; b) se comportan ante el artista que les gusta o los conmueve como en la parodia de Capusotto, aquella en la cual se representa a un enajenado que estaba en la tribuna mirando un recital de Spinetta, gritando -con el cuello estirado como un gallo mañanero-: "¡¡Flaco, tocá Muchacha... Muchacha tocá, flaco!!"

FILOSOFÍA Y VAMPIRISMO

Acuerdo con la concepción del filósofo como un vampiro. A lo largo de la historia de la filosofía, se ha comparado al filósofo con un "ratón de biblioteca", o con la figura hegeliana del "búho de Minerva". Un profesor de filosofía español, bastante piola, decía que la unión del búho y el ratón se daba en la figura del vampiro.


El vampiro es una criatura nocturna que vive en cuevas y sale a la superficie a procurarse el sustento. El vampiro se mantiene vivo succionando la sangre de sus víctimas: tiene que estar atento a la aparición de bellas jovencitas de buen cuello para morderlas placenteramente y así no tornarse ceniza o cadáver.

El vampiro es un conde aristocrático, que comprende el pasado, la tradición filosófica, pero que necesita de la juventud del presente para mantenerse vivo.

"Si el filósofo fuera capaz, por una parte, de mantener el tipo solemne de la gran sistematicidad del pensamiento occidental de Platón a Aristóteles hasta Hegel y, por otra parte, fuera capaz de pegar buenos mordiscos al cuello de las cosas más vivas actualmente y transfundirlos a esta idea de 'suspensión', tan extraña, de la filosofía, se trataría de un vampiro que está en la oscilación del tiempo. No se puede decir que sea eterno, él vive con el tiempo, pero es como si el tiempo no pasara por él: está constantemente a punto de convertirse en tierra y en cenizas si no recibe sangre nueva, pero por otra parte, tiene que reposar siempre en la tierra del origen, por eso donde quiera que vaya tiene que llevar su féretro, porque en el féretro va la tierra del origen y si él no descansa sobre ese féretro, está perdido. Así, pues, juegan entre la tierra del origen y la sangre nueva de lo extraño. Yo diría que el filósofo sería un poco esta imagen, la imagen de un topo o de un ratón que es, a la vez, lechuza: en el fondo, la imagen de un vampiro". (Félix Duque)

Esa concepción del filósofo como vampiro se opone a la patética figura del "intelectual" como "faro de la razón": el intelectual que -más allá de sus buenas intenciones- se cree destinado a condensar en sí mismo la luz de la razón para proyectarla a los demás. Esa figura se asemeja al "nido de águilas" nazi, donde se refugiaba el Führer para pensar, y donde se decía que cuando el sol se levantaba y Hitler salía al balcón, se proyectaba sobre su rostro.


Se supone que el sol no debe ir directamente sobre el pueblo, para no quemarlo. Según Duque, esa peligrosa figura está presente incluso en Hölderlin, para quien el poeta es aquel que recibe el fuego solar, a riesgo de quemarse, para envolverlo y dárselo al pueblo en forma de canción/poema.

(1) A UN POETA MENOR DE LA ANTOLOGÍA

¿Dónde está la memoria de los días

que fueron tuyos en la tierra, y tejieron

dicha y dolor y fueron para ti el universo?

El río numerable de los años

los ha perdido; eres una palabra en un índice.

Dieron a otros gloria interminable los dioses,

inscripciones y exergos y monumentos y puntuales historiadores;

de ti sólo sabemos, oscuro amigo,

que oíste al ruiseñor, una tarde.

Entre los asfódelos de la sombra, tu vana sombra

pensará que los dioses han sido avaros.

Pero los días son una red de triviales miserias,

¿y habrá suerte mejor que la ceniza

de que está hecho el olvido?

Sobre otros arrojaron los dioses

la inexorable luz de la gloria, que mira las entrañas y enumera las grietas,

de la gloria, que acaba por ajar la rosa que venera;

contigo fueron más piadosos, hermano.

En el éxtasis de un atardecer que no será una noche,

oyes la voz del ruiseñor de Teócrito.